Desde la Asociación JIMENA presentamos la actividad «Toletvm/Tulaytula/Toledo: La ciudad como elemento de significación política en la Alta Edad Media». El 8 de mayo del año 589, Recaredo inauguró las sesiones del III Concilio en la ciudad de Toledo. Casi cinco siglos después, y en el mismo mes, Alfonso VI de León tomaría posesión de la ciudad, pasados cuatrocientos años de dominación musulmana.

Contando con ponencias a cargo de especialistas, doctorandos y estudiantes, todo ello desde variados enfoques analíticos e interpretativos en el medievalismo, proponemos una actividad divulgativa que pueda servir para un conocimiento más completo sobre la simbología y esencia política de una ciudad, con una fuerte carga ideológica, a lo largo de la Alta Edad Media.

​

El objetivo de estas breves recensiones será una recapitulación sobre el simbolismo ideológico-político de la ciudad regia en el Estado visigodo a través de su carácter como capital política, eclesiástica y ciudad referencial del reino de Hispania en la tardoantigüedad. Igualmente, atenderemos a que, después de la conquista islámica, si bien Toledo perdió su papel como centro de primera referencia urbano-política, no es menos cierto que la ciudad, capital de la frontera media, se convirtió en un nada desdeñable centro de poder, evergetismo y conflicto durante el emirato y el califato andalusí y, posteriormente, en una taifa comprometida en su propia supervivencia. Por otro lado, desde la consolidación de la ideología reconquistadora, el reino de Asturias se proyectó como un continuador legítimo del reino visigodo de Toledo, una práctica que, con la consolidación del principado norteño, adquirió visos de un fuerte, y politizado, clima de intervención militar, culminando con la conquista leonesa de la ciudad en 1085 por mano de Alfonso VI.